No cerréis la química verde made in Italy

  Miércoles 22 Marzo 2023

No cerréis la química verde made in Italy

Catia Bastioli (Novamont)
«No cerréis la química verde made in Italy»
Por Alessandra Puato 8
 
EN MATERIA DE BIOPLÁSTICOS TAMBIÉN GANAMOS A EE. UU.
NI UN PASO ATRÁS
Por Alessandra Puato
 
El nuevo material que Catia Bastioli ha creado con Novamont permitirá producir «zapatos a partir de zapatos, suelas a partir de suelas». Tras fabricar bolsas de la compra compostables a partir de Mater-Bi®, la consejera delegada de la empresa italiana de química verde líder en toda Europa lanza la versión para calzado a partir de Origo-Bi®. Se trata de un biopolímero para las suelas de los zapatos, en concreto para zapatillas de deporte. Consigue que sean reciclables y circulares. Se puede reutilizar en los ciclos productivos, pero también es compostable, por lo que se puede «devolver a la naturaleza mediante compostadores industriales seleccionados», afirma. Es una colaboración con el fabricante de las zapatillas a favor del compostaje. Producido en las instalaciones de Patrica y Terni, se utilizará en maquinarias de la nueva sede de OrthoLite® en la ciudad de Ho Chi Minh , una empresa americana que produce plantillas y materiales para otras 470 marcas, entre las que destacan Reebok® y Lacoste, The North Face® y Timberland, Clarks® y Bata, New Balance y Fendi.
La noticia del acuerdo entre Bastioli de Novamont y Glenn Barrett, director general y fundador de OrthoLite®, se firmó el 13 de marzo. Las dos empresas lanzan en conjunto OrthoLite® Cirql, la primera solución en el mundo de material para calzados hecho a partir de bioplásticos reciclables. Se trata de una espuma patentada basada en el polímero Origo-Bi® de Novamont. «Una fusión», comenta Bastioli. «Nosotros aportamos el Origo-Bi®, un derivado del nitrógeno, y ellos la tecnología de expansión con el nitrógeno sin aditivos químicos. Llevamos cuatro años trabajando en este proyecto y es un primer paso hacia nuevas aplicaciones. Este material, que utilizamos ahora para la entresuela (la que está entre el interior y el exterior del calzado) se podrá utilizar también para otras partes del zapato. La industria del calzado genera 400.000 millones de euros en todo el mundo y se producen aproximadamente 25.000 millones de zapatos al año.»

El nuevo material Ortholite Cirqle está en proceso de presentarse a las empresas productoras que también podrán firmar los acuerdos para el proceso de reciclaje. Se producirá este año y según Bastioli es revolucionario por dos motivos. Uno: usa el nitrógeno, que se encuentra en el aire, en lugar de sustancias químicas; dos: nace de un proceso de fabricación muy breve, desde la impresión hasta la inyección, y sin desperdicios. «No emite microplásticos, persistentes en el medioambiente», dice Bastioli. Afirma que los norteamericanos le contactaron para este proyecto. «Me encontraron ellos», dice. «Glenn Barrett se puso en contacto con nuestro personal en Estados Unidos y quiso colaborar con nosotros. Al principio era escéptica, pero después comprendí que era un visionario con un equipo técnico envidiable. Trabajamos mano a mano para desarrollar materiales y tecnología conjunta, que es la base para colaboraciones futuras.» Barrett confirma: «Elegimos Novamont, empresa de biopolímeros de alta tecnología, por su esfuerzo en aportar calidad, innovación y sostenibilidad. Estamos muy contentos de colaborar a favor de un cambio positivo en el sector del calzado». Bastioli cita un estudio del MIT, según el cual un par de zapatillas de deporte genera 14 kilos de emisiones de CO2. «Es como tener encendida una bombilla de 100 kilovatios durante una semana.»
 
Novamont prevé un cierre de cuentas de 2022 con una facturación en crecimiento de alrededor de 450 millones respecto los 289 facturados en 2020 (414 millones en 2021 con un EBITDA de 50 millones), pero con un margen operativo bruto más bajo que el de 2021 («Contamos con un balance equilibrado»). Esto se debe, como en otros sectores, a la fuerte subida de precios de la energía y de las materias primas. Entre ellas, la glucosa, necesaria para los procesos de fermentación, los aceites y los almidones. El acuerdo con OrthoLite® amplía el espectro de acciones fuera del perímetro habitual de Novamont, desde productos de alimentación de corta duración a productos de gran consumo de larga duración. Un paso importante que se da en un momento complicado; por un lado, como denuncia Bastioli, se le da menos importancia a la química verde. Por otro, China está en pos de expandirse hacia el mercado europeo con bioplásticos de características menos estrictas. La emprendedora apela al gobierno y a la Unión Europea: «Italia es pionera en bioplásticos. Debemos apoyarla. No hay que dar ni un paso atrás». «Cuidado con los productos falsos de China.» Ya que «hay muchos productos falsos en el mercado. Empezando por las bolsas de la compra».
 
Bastioli se centra, por una parte, en la «desaparición total de los radares de este sector», el de los bioplásticos, aunque «ya de empleo directo a tres mil personas, más las de actividades económicas derivadas». Por otra, se centra en la velocidad de Pekín, que está dando paso a una competencia desleal, según dice la CEO. «En 2020, China se adhirió al modelo europeo e impulsó moderadamente los bioplásticos con reglamentos internos que todavía no se han perfeccionado», dice la directora. «Pero los bioplásticos procedentes de China tienen, en general, un impacto en el medioambiente de entre un 60 y 70 % más que los nuestros. Además, no paga por el dióxido de carbono que emite, a diferencia de nosotros, que hemos vuelto a invertir en biomateriales en Italia. De China se importan productos no puros, que son mezclados por contratistas europeos, entre los que se incluyen italianos, que a menudo añaden polietileno. Hay más de 100 tipos de bioplásticos falsificados en toda Europa.» Por eso, Bastioli pide un sistema de protección. «Estados Unidos ha establecido un impuesto del 30 % a las importaciones de China, y nosotros solo un 6 %», apunta. «Estados Unidos financia la inversión de las nuevas instalaciones. Sin embargo, después de financiar en gran medida la investigación en este sector, Europa no reconoce en sus nuevas leyes los productos hechos a partir de materiales ecológicos.» La esperanza es que los biomateriales sean incentivados también «con menor coste, por el dióxido de carbono producido, por ejemplo, para quienes producen con un menor impacto ambiental, o reduciendo el IVA sobre productos provenientes de la química verde». En definitiva, se llama a eliminar las condiciones que determinan el dumping de China.

El retraso de Bruselas
Bastioli hace un llamamiento a los responsables políticos italianos y europeos: «Cuidado. No reduzcáis nuestra fuerza de inversión. Hemos demostrado que este sector es estratégico. Estados Unidos y China ya lo han entendido, pero Europa no está protegiendo sus instalaciones y sus productos, ni tampoco los promueve. Es una distracción que no nos podemos permitir.» Es un ataque directo a la Unión Europea. «No se ha brindado el apoyo esperado a un sector que Italia ha creado, con los bioplásticos al servicio de la bioeconomía. En el país tenemos otras 275 empresas con una facturación que supera el millón. Italia ha invertido en instalaciones nuevas. Tendríamos que haber estado en el centro de la transición ecológica y, sin embargo, se hizo hincapié en los aspectos energéticos, pero no en esto.» El interés, por el contrario, se dio por parte de los accionistas, ya que Versalis (Eni) aumentó del 25 al 35 % en Novamont (el resto es de NB Renaissance, Investitori Associati y otros). «Es un paso importante para nosotros y para ellos. Es la prueba de que este sector es estratégico, de que hemos crecido, de que la química verde es posible.»
 
Italia es pionera, pero el sector ha desaparecido de los radares de la Unión Europea. Precisamente mientras llegan productos chinos falsos y Estados Unidos impulsa las inversiones.
El identikit: Novamont, líder en bioplásticos con el Mater-Bi® de las bolsas compostables para la compra, es la empresa de química sostenible que nació en Montedison. El 35 % es propiedad de Versalis (Eni) y el resto pertenece a NB Renaissance, Investitori Associati y otros. Controla Matrìca, una empresa que nació de la reconversión de Porto Torres, líder en biomateriales: un 50 % de Versalis y un 50 % de Novamont. En 2021 ha facturado 414 millones con un EBITDA de 50 millones. Se estima una ganancia de 450 millones en 2022.
 
Novamont trabajará junto con OrthoLite® en las suelas ecológicas para zapatos.
Pero teme la frenada europea que se arriesga a dejar el campo libre a China.